Como parte de la Semana de la Biblioteca, nuestra unidad de información, Biblioteca de Administración de Empresas (BAE), celebró entre sus actividades la activida BiblioGames 2. Una actividad que se celebra con el propósito de que los estudiantes jueguen y compartan entre sí. Donde al son de risas, competencias, derrotas y victorias, se olvidan un poco de la carga académica y el estrés que esta les produce.
El año pasado fui colaboradora del comité que organizó el evento, pero esta vez estuve de lleno como parte de los autores intelectuales de dicha actividad. El cambio de rol permitió que comenzara a ver todo desde una perspectiva distinta. Es así, como comenzó a apoderarse de mi mente la tensión y la preocupación de que todo saliera bien. Las responsabilidades y pensar en el más mínimo detalle de logísticas, tanto de juegos como de espacio, aumentaron a grandes escalas; y ni hablar de los nervios y el estrés de que a nuestro grupo objetivo: los estudiantes, les gustara y les interesara que llegasen ese día a jugar.
Diez días antes del evento, nuestra página de Facebook estaba sincronizada para hacer un countdown. Recuerdo que no sabía si sonreír o llorar porque mientras se me acercaban compañeros de clases y amistades a decirme emocionados “¡Wow, qué chévere! Ya solo faltan seis días” o “Lo vi, vi que faltan 3 días ya para el BiblioGames2”, yo asentía y sonreía pero por dentro decía “¡Jum! Con calma colegas que ese es mi deadline”.
Por fin llegó el día tan esperado. Ese día lidiamos con un par de situaciones, entre ellas estar una hora sin luz, aunque eso no detuvo a los jóvenes a que continuaran llegando a jugar. Además, atendimos un grupo de 90 estudiantes de la clase de Liderazgo del profesor Angel Rivera, el cual integró nuestra actividad como método de enseñanza a su curso.
La realidad es que, para mí, como estudiante asistente, fue súper gratificante ver que BiblioGames2 tuvo una gran acogida ante los estudiantes y que el éxito de la misma no fue solo porque llegaron hasta nuestra biblioteca a jugar, sino ver cómo el trabajo en equipo que estuvimos planificando de enero a marzo rindió fruto y quedó demostrado ese día. Definitivamente el 24 de abril de 2019, una vez más, la BAE hizo la diferencia.