Navidad con Metro Mix Society
Era un sábado en la mañana y mientras muchos permanecían acurrucados en sus camas, un grupo de jóvenes “fiebrus” se encontraba dando los últimos toques a sus autos. Lavándolos, brillándolos y colocando la calcomanía de su club en los cristales. Metro Mix Society, se compone de 18 integrantes, quienes poseen autos de distintas marcas, modelos y años. A ellos los une la pasión, no solo por los autos sino por compartir momentos agradables además de fomentar valores y motivación entre todos .
Aunque se reúnen, generalmente, en la 65 Infantería Shopping Center a las 7:30pm todos los sábados, esta vez decidieron hacer un cambio, pues éste no era un día normal, esta vez había un propósito mayor, un nuevo propósito; “Llevar alegría y amor a quien lo necesita”.
Luego de algunas instrucciones, impartidas por la presidenta del club, los autos se alinearon para seguir su destino. Entre sirenas, música y risas se dirigían al Hospital del Niño en Guaynabo y al Hogar Nuestra Señora de Fátima en Bayamón. En el Hospital del Niño uno de los integrantes del club y con disfraz del personaje Pluto, junto a unos pleneros, iban en primera fila para conocer a los pequeños que aguardaban la llegada de Metro Mix Society. Fue maravilloso observar la alegría en los rostros de los niños al encontrarse con Pluto y escuchar la música. Entre los pequeños, hubo uno que no perdió tiempo y se integró a los músicos, recitando varias bombas. Otros aplaudían o invitaban a colorear en sus libritos. «Fue un ambiente en el que se sentía el amor y la alegría».
Luego de compartir un buen rato en el hospital, se despidieron y prosiguieron al hogar de niñas. En la cima de una montaña nos esperaba la hermana María, directora del hogar y quien nos recibió con gran entusiasmo. Allí, un grupo de 23 niñas, entre las edades de 11 a 18 años, compartió con los miembros de Metro Mix Society, los cuales compartieron sus experiencias como ejemplo y perseverancia. Las jovencitas muy contentas intercambiaron preguntas y respuestas con los miembros del club, quienes al finalizar la conversación entregaron unos obsequios y las llevaron a conocer sus autos. En el estacionamiento, escucharon el retumbar de la música, la aceleración de los motores y bailaron al son de diversas melodías. La hermana María y otras encargadas del hogar observaban desde una distancia prudente la alegría de las niñas compartiendo con los jóvenes «fiebrus» de Metro Mix Society.
Momentos Imposibles de olvidar…