Toda empresa para mantenerse relevante en el mercado tiene que evaluarse a sí misma; determinar dónde está y hacia dónde quiere llegar. Los cambios que caracterizan el entorno donde las empresas desarrollan sus actividades constituyen un reto continuo para que las empresas puedan continuar siendo competitivas y rentables.

El estudio de la planificación estratégica nos propone un marco conceptual que nos permite prepararnos para usar esta herramienta gerencial con el fin de poder estructurar un plan de desarrollo futuro viable, de forma ordenada, que permita dirigir los esfuerzos y recursos de la empresa para el logro de sus metas y objetivos más allá del plazo inmediato. Se trata de que partiendo del presente, podamos mirar la empresa con una visión de futuro.

Típicamente, el desarrollo de un plan estratégico se inicia al concebirse  una visión de futuro deseado para la empresa. Esto suele implicar la revisión de la misión, metas y los objetivos de la organización. En otra etapa, la gerencia evalúa y analiza cuales son sus circunstancias internas y las de su entorno externo. Es entonces cuando los directivos de la empresa, tomando en cuenta como se espera que los eventos futuros se desarrollen, elabora un plan y ejecutan acciones de  conformidad con este, de acuerdo  a la visión y metas que la organización ha establecido para sí misma.

Bibliografía

Por David González Figueroa, Bibliotecario Auxiliar

Revisado julio 2020