

Por: Amir Arocho/estudiante asistente BAE
PARTE I
Salí el 3 de junio del 2011 a visitar a mi hermana que estaba de intercambio en Salamanca España. Estaba emocionado y ansioso, me iba solo en un viaje a España…en realidad iba con mi mejor amigo, pero sin ninguno de mi familia. Salimos por Aguadilla, sí por las rutas de aviones nuevas que cerraron, yo fui uno de los afortunados que logre un viaje “redondo” por esa línea. El viaje duro 8 horas, fue directo, así que no tuve que sufrir más.
Mi llegada a España fue una de gran emoción, aunque fui para visitar a mi hermana, no dejaba de verlo como una aventura, ya que no conocía nada de España para ese entonces. Así nos aventuramos en el aeropuerto, un lugar grande, con un gran número de personas moviéndose a rápidamente, después de un viaje de 8 horas y un lugar nuevo, me sentía un poco extraviado. Sin prestar mucha importancia a mi estado de ánimo, busqué el instrumento más importante de un aventurero, un mapa, que en mi caso era una página de libreta con las direcciones de cómo llegar al apartamento de mi hermana desde el aeropuerto en Madrid a Salamanca. Por escrito, tenía instrucciones y direcciones, cómo por ejemplo cómo comprar un boleto de Madrid a Salamanca. Fácil de leerlo, pueden verlo en la imagen que incluyo, Ja,ja,ja… Aunque llegamos un sábado y los lugares abrían a diferentes horas, encontramos el lugar, pero los autobuses no se abordaban ahí y la única manera de llegar era por tren o metro. Ok, nos fuimos, pero la salida del “bus” era en 1 hora y aventureros al fin salimos corriendo a un lugar desconocido!!!
Continuamos corriendo dirigidos por señales que cuando piensas que llegaste todavía te falta. Llegamos al tren así que hay que comprar un boleto, no fue difícil es bastante intuitivo, lo interesante es que cobraba 2 euros así que introduje uno de 20. El cambio fue en monedas y nos pareció chistoso porque parecía una máquina de “tokens” sin embargo, terminé con 18 euros en monedas. El metro es una red de vías que te llevan virtualmente a cualquier lado. Después de ver este enorme tren, el de Puerto Rico no te lleva a ningún lado. Logramos llegar al lugar de abordaje justo a tiempo. Tardamos una hora, pero extranjeros al fin nos sentamos en los lugares de otras personas y de nuevo a movernos de sitio. El viaje duró 3 horas, que comparadas a las 8 horas en avión no es nada. Aún asi llevaba 2 horas en Aguadilla, 8 en el aire, 1:30 en el aeropuerto Madrid, 1 de viaje de pie en el tren y 3 horas en bus, por lo que me sentía cansado, pero con la esperanza de que estábamos en camino.
Continuará…
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